…
– Haremos el viaje de novios en este avión.
– No, no, lo haremos en barco.
– ¿Y por qué no en avión? Vamos a ver.
– Porque yo por los aires me mareo.
-¡ Y yo por los mares! De modo que en avión o no habrá luna de miel.
– Mira Conchita no empecemos. Que tú quieres en avión, en avión. Que quieres en barco, en barco. Que quieres en bicicleta, en bicicleta. Lo que tú quieras, no faltaba más.
– Así me gusta Chachín, si me das la razón siempre estaremos de acuerdo, como debe ser… ¡Mira la tuna!
Y Chachín se mordió los puños hasta hacerse sangre para no desatar su furia contra los universitarios talluditos con capa y bandurria.