“Todos los niños del mundo, menos uno, crecen. Y no sólo crecen, sino que en seguida saben que han de crecer.”
Peter Pan – J.M. Barrie
– ¡Holaaaaaaaaaaaaa!
– Ya estás aquí… ¿qué tal el vuelo?
– La verdad que bastante bien, ya sabes que me encanta volar.
– Algo había leído.
– Eso seguro.
– Imaginarás por qué quería verte.
– Me hago una idea…
– Como sabes, ya no nos vemos tanto como antes, uno se hace mayor o eso cree y piensa que hay que hacer cosas distintas.
– ¿Me lo dices o me lo cuentas? ya te lo dije cuando nos conocimos “llegará un día en el que me dirás que te haces mayor” y tú insistías “¡qué dices! tú y yo juntos a muerte” y yo te miraba, sonría y te decía “un día te lo recordaré”… y ahora aquí estamos.
– Tienes razón
– ¡Eh! no me pongas caritas que no te van.
– Ya…
– A ver, lo importante es que lo pasamos bien…
– Muy bien…
– ¿Muy bien? ¡más que muy bien!. Haz memoria, fuimos grandes, ¡MUY GRANDES!
– ¡TIENES TODA LA RAZÓN!, fuimos muy grandes, ¡LOS MEJORES!
– Ahora estás en otro momento, lo puedo entender que no compartir. Eso si, cuando quieras algo de mi, ahí estaré, esperando a que me llames.
– Lo sé. Y también sé que vendrás cuando te apetezca, sin aviso previo, cuando menos me lo espere y nos volveremos a comer el mundo juntos.
– Como me conoces…
– Han sido muchos años.
– Ya veo.
– Muchos.
– Nunca suficientes. Por cierto, quería aprovechar y decirte una última cosa
– Claro, dime.
– Dentro de un tiempo, no sé si serán meses, un año, dos, tres… volveré a tu casa aunque no será a ti a quién invite a Nunca Jamás. Lo sabes ¿verdad?
– Eso espero.
– Pues ahí lo dejo.
– Gracias por todo.
– Ni falta hace.
– Has madurado.
– Eso ni loco
– Recuerdos a la rubia.
– De tu parte.
– Pues entonces…
– ¡Ni se te ocurra! Ya sabes lo que siempre digo.
– Tienes razón, perdona.
– Nunca digas adiós porque decir adiós significa marcharte y marcharte significa olvidar.
Voló y me dejó la certeza de que nunca se iría del todo, al menos eso quería creer mientras le veía marchar.
Una respuesta hasta “Nunca digas adiós”