emprendedor, ra.
adj. Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas.
don.
Gracia especial o habilidad para hacer algo.
«La cosa está muy malita» que diría el Gran Chiquito de la Calzada. Desde primera hora de la mañana asistimos a un bombardeo constante de malas nuevas que nos hacen desear volver a la cama, quedarnos allí una década o dos, cruzar los dedos, hablar bajito y no moverse no vaya a ser que rompamos algo… pero hoy me apetece llevar la contraria: es viernes y hace un día estupendo.
¿Habéis escuchado alguna vez la historia de ese tipo que trabajaba en un sitio dedicándose a algo, que tenía un don especial para otra cosa y un día decidió liarse lo que fuese en la cabeza y convirtió esa habilidad en su empresa? Yo tengo amigos que lo han hecho y aunque no tengan ni idea de que estoy escribiendo sobre ellos, seguro que me perdonarán por este post. Os voy a hablar de 3 aunque hay más, algunos que ya llevan tiempo en ello y otros que están a punto de empezar.
Recuerdo cuando me llegaban por correo (el real, no el virtual) las felicitaciones de cumpleaños de Gema, siempre hechas a mano, con sus chascarrillos tan «suyos», todo cuidadito y hecho con mimo que remató el día que nos envío su invitación de boda donde estaba la semilla (aunque ella aún no lo supiese) de lo que sería el alma de El Tarro de Ideas, el proyecto de una directora financiera que un día decidió cambiar el frío mundo de los números hechos en calculadora por los hechos a mano, empaquetó los libros de cuentas con papeles diseñados por ella y compartió con todos esa creatividad que tenía escondidita ahí dentro.
Andrea, redactora publicitaria capaz de hacer bonito un texto de una promo de Carrefour con una gran pasión, la moda. Empezó a compatibilizar briefings de agencia con peticiones de amigas para que les hiciese un tocado de esos que tan bien se le daban. Y de amigas pasó a amigas de amigas, a amigas de amigas de amigas, a madres de amigas de amigas hasta que un buen día empezó a ver que le llenaba más hacer tocados que páginas de prensa, se junto a Cecilia, otra redactora con las mismas ideas en la cabeza y crearon Rita Von. Ahora hacen cosas aún más bonitas que sus textos.
La capacidad de leer un libro y saber perfectamente a que actor le iría estupendamente hacer depende que personaje, encontrar la chispa en la mirada de una actriz que empezaba y saber que podría llegar lejos, su pasión por el cine… era escuchar a Borja y sabías que tenía razón (después la carrera de esos actores lo confirmaba). Trabajando en el departamento de marketing de grandes distribuidoras de cine, cambio el catálogo de DVD por el de actores y creó Talento3, donde representa a los actores y actrices que darán que hablar (bien) en las alfombras rojas de futuros estrenos en cine, teatro o tele.
Nadie les dijo que sería fácil pero ahí están y estarán por mucho tiempo. Lo sé y ellos también.
¡Nada que perdonar por este post Pedro! Todo lo contrario, muchas gracias por tus palabras, y sí, yo también creo que si nos regodeamos en las malas noticias nos quedamos en la cama… ¡Acción! Es la única opción.
Fuerte abrazo,
B
Pues eso, a ponerse con ello!
Abrazo enorme
Pero que bonito Pedro!!!!! Que ilu!!
Bueno te ha faltado alguien. Faltabas tú!
Espero que muy pronto dejemos de ser emprendedores para poder vivir holgadamente de lo que más nos gusta.
Gracias por este post tan entrañable.
Besos mi niño
Todo irá llegando. Besus!